Nunca supe como expresarle nada, sencillamente me sentaba y le leía algún poema, él nunca entendió, nunca lo hizo y sin embargo yo le escribí, le escribí tanto que cuando deje de amarle, deje de escribir, y fue entonces para mí la muerte y no porque no le amase, sencillamente porque supe entonces que escribía porque le amaba, pero sin embargo eso duro solo unos días, después volví a escribir, no de él, si de mi odio a la vida a la sociedad, y entre otras cosas, hoy escribo nuevamente de él, más no para él.
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