Y de nada sirve el habernos amado tanto, si terminamos odiándonos más que a nuestro peor enemigo, y para qué el odio?, me pregunto tantas veces, mi amor, ojalá pudiésemos aceptar; yo, que tú hace tiempo me dejaste de amar, y, tú, que te amo y eso no cambiara, no ahora, así me sigas pasando por encima, pero sigue así, probablemente llegue a odiarte más de lo que tú lo haces, y si ese no es tu objetivo, entonces para, pero para ahora o voy a tener que crear un infierno peor que el de Dante para mandarte a ti, y cuando digo peor me refiero a mandarte con todo y mis demonios y tus demonios juntos.